lunes, 12 de marzo de 2018

Copa Davis 1969, Chile-Argentina: EL PRIMER TRIUNFO CHILENO

Imagen del match de dobles entre Chile y Argentina por la
Copa Davis 1969 en Santiago (Foto: Revista Estadio)

Los días 2, 3 y 4 de mayo de 1969, Chile consiguió su primera victoria ante Argentina en Copa Davis. La serie que se disputó en el Stade Francais de Santiago concluyó con triunfo 3-2 para los nacionales.

En los primeros sencillos, Jaime Fillol derrotó a Eduardo Soriano 6-2 6-3 6-2, y Patricio Cornejo a Julián Ganzábal 5-7 4-6 6-1 6-3 6-3. Luego el binomio Fillol/Cornejo perdieron ante Ganzábal/Soriano 6-4 4-6 7-5 2-6 7-9, dejando la definición para la última jornada en que Fillol perdió ante Ganzábal 3-6 7-5 1-6 1-6, y Cornejo cerró la serie con triunfo sobre Soriano 6-1 6-2 6-3.

Patricio Cornejo ganó sus dos singles ante los
argentinos en 1969 (Foto: Revista Estadio)
Revista Estadio reseñó respecto a la primera jornada que "los dos primeros singles tuvieron el mismo resultado, triunfo chileno, aunque trámite muy diferente. Mientras Fillol se imponía sobre Soriano en tres sets seguidos, cómodos, de cuenta holgada —6|2, 6|3, 6|2—, Patricio Cornejo fue llevado inexplicablemente a cinco sets por el campeón argentino Julián Ganzábal. Decimos inexplicablemente por cuanto, sin razón aparente, derivada del juego mismo, Patricio Cornejo jugó un tenis increíblemente pobre para él. Dio toda clase de facilidades para que el jugador argentino luciera y ganara en los dos primeros sets. Los tenistas tienen un dicho muy gráfico para explicar lo que le sucedió a Patricio: "Se le achicó el brazo". Pero ¿por qué se le achicó el brazo a un jugador tan completo, tan efectivo en su ataque y en casi todos los aspectos del juego? La explicación es sólo una: una vez más Patricio fue víctima de su propio temperamento, de los nervios que afloran y lo inhiben cuando se ve enfrentado a una responsabilidad de mayor monta. Los habitualmente largos tiros, veloces, potentes, rasantes, que sabe hacer el chileno, se convirtieron en timoratas devoluciones, blandas y, sobre todo, excesivamente cortas. Con esas pelotas, teniéndolas siempre delante de si, sin que lo exigieran, Ganzábal lució su hermoso tenis, sus efectivos "passings", cruzándolos a voluntad a uno y otro lado, y tirándolos por una de las líneas laterales con notable precisión. Incluso cometió el error Patricio, muy frecuentemente, de irse a la red con este tipo de golpes, que no constituyeron jamás obstáculo alguno para que el argentino fuera acumulando tantos a su haber". 

Continúa la crónica describiendo la performance de Cornejo. "Así, con un tenis increíblemente blando y falto de personalidad, Patricio perdió los dos primeros sets. El argentino se vio crecido, a ratos brillante. Su tenis es hermoso, sus golpes poseen excelente factura, los prepara con notable concentración, y los ejecuta cuidadosamente, aplicándose al máximo en cada uno de ellos. ¿Podría seguir así el partido hasta su término? A nosotros nos parecía que no; no sé advertía una superioridad incontrarrestable de parte de Ganzabal; en cambio, sí que era fácil apreciar que el jugador chileno se había salido de sus característica, que se veía desdibujado con respecto a lo que le conocemos, y que no encontraba la manera de reunirse con su tenis, el que él sabe ejecutar. Lo que sucedió después nos dio la razón. Los dos sets acumulados no le sirvieron al argentino para ganar el match. Se jugaron tres sets más, y la cuenta a favor del chileno fue en ellos 6|3, 611 y 6|3. ¿Qué habla pasado? Nada demasiado sorpresivo. Simplemente, que Patricio Cornejo había vuelto a ser Patricio Cornejo".

Sobre Fillol, la nota agregó que "enfrentó su compromiso con Soriano con la seriedad que acostumbra. No menospreció a su rival; tomó toda clase de precauciones, y se levantó con una victoria cómoda, de rápido trámite. Soriano no se ha presentado a este torneo en una forma atlética ideal, ni mucho menos. Era conveniente, entonces, hacer un juego de desplazamientos, Soriano posee violentísimos golpes de izquierda y derecha. No era recomendable, entonces, empeñarse con él en un duelo de drives. Ubicando bien sus pelotas a cada lado del court, con largos drives de izquierda y derecha, y en la red mediante drop shots, hizo que Soriano fuera quedando corto en sus desplazamientos, no llegara a la mayoría de los pelotas y fuera entregando paulatina y seguramente
Fillol, aunque venció a Ganzábal en el debut, no pudo hacer lo
propio ante Soriano (Foto: Revista Estadio)
el partido. En este encuentro, no hubo clima para el espectador. Ni Soriano pudo lucir el poder de sus impactos, ni Fillol mostrar sus mejores condiciones. Se limitó a ganar. Jugó más bien blando, sobre la base de ubicaciones difíciles para el adversario, y apuró sólo ocasionalmente, cuando tenía desplazado a su oponente (...) Por ahí se jugaron un par de games en forma más veloz, golpeando ambos la pelota al estilo de Soriano. En esos peloteos siempre obtuvo la mejor parte el argentino. Fillol, entonces, volvió a buscar las cifras favorables para él, mediante colocaciones y ritmo alternado".

En la jornada de dobles los trasandinos comenzaron a equiparar la serie. Según Estadio, "la conocida capacidad de los jugadores argentinos para el juego de dobles quedó de nuevo en evidencia. Se probó además que la suma de dos valores no valen lo que valen separadamente. Ganzábal y Soriano individualmente no son en tenis lo que demostraron en conjunto. Ellos pusieron en la cancha todos aquellos elementos que les faltaron a la pareja nacional: sincronización, juego de equipo, regularidad. La lucha fue equiparada en todo el transcurso de los cinco sets. El hecho sólo de haberse prolongado el partido al máximo de cinco etapas, lo indica. Y en esta última se jugaron 136 games, de los cuales Chile ganó 69 y Argentina 67. Sin embargo, el triunfo correspondió al equipo transandino. Esto indica que Soriano y Ganzábal se las arreglaron para ganar las pelotas precisas, las que en verdad deciden la marcha de la cuenta".

La definición quedó para la última jornada, en que según Revista Estadio, "Fillol perdió sin pena ni gloria, y la suerte del match Chile-Argentina quedó en manos de Patricio Cornejo, exclusivamente. ¿Por qué perdió Fillol? Confesamos nuestra sorpresa. No encontramos otra explicación que ésta: le faltó juego a Fillol para sobreponerse al de este admirable jugador argentino que es Ganzábal. Se vio impotente, incapaz de encontrar los recursos necesarios para quebrar el porfiado desempeño de un rival que respondía admirablemente en todos los aspectos. Atrás y adelante, sirviendo o recibiendo el servicio, como que quebró el de Fillol once veces, desplazándose a lo largo y ancho del court con notable sincronización, voleando y remachando".

"Así las cosas en la Copa -concluye la crónica-, el triunfo definitivo le correspondió alcanzarlo a Patricio Cornejo. Depositario de tan grande responsabilidad Patricio jugó admirablemente. Fue un torrente de buen tenis. Con muy pocas fallas, fue un adversario implacable para Soriano. El arsenal de su tenis, que sabemos es muy completo, funcionó como nunca. Ganó muchas pelotas con su primer servicio, voleó en la malla como él sabe hacerlo en sus mejores momentos, pasó en la red a su rival con toda clase de pelotas, jugadas de acuerdo a las circunstancias. Afinó el golpe cuando necesitaba buscar un ángulo agudo, golpeó con fuerza y confianza cuando quería llegar al fondo del court, remachó y especialmente se desplazó y llegó a pelotas que parecían haberlo ya superado. Una tarde de gloria para Patricio, que bien se la merece. Nunca el público lo había aplaudido como lo hizo esta vez. Soriano no es en la actualidad un rival de primera clase, pero es un veterano canchero, poseedor de golpes muy efectivos, capaces de descomponer a cualquier adversario de moral inestable. Es lo que se temía en este partido tan importante para las aspiraciones de Chile. Pero Patricio Cornejo habría ganado esa tarde al más pintado. Salió a la cancha resuelto a mostrar su capacidad, y la mostró".

1 comentario:

  1. Hola gente, tendrán los capitanes de Chile en toda la Copa Davis. Gracias!!

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