domingo, 1 de abril de 2018

Copa Davis 1995, Argentina-Chile: SILBERSTEIN Y RÍOS CASI LOGRAN LA HAZAÑA

Silberstein ganó su primer sencillo y dio gran lucha a Frana en
el match definitorio de la serie ante Argentina de 1995 (Foto:
Revista Triunfo)

Tras casi nueve años sin encontrarse, entre el 3 y el 5 de febrero de 1995, Argentina y Chile se volvieron a ver las caras en el Buenos Aires Lawn Tenis Club, con triunfo local por 2-3.

A pesar del resultado, la presentación nacional dio más de lo esperado. Según la crónica de Revista Triunfo, "cuando los rankings y la condición de local daban un favoritismo absoluto a la escuadra argentina, joven equipo nacional de la Copa Davis sorprendió en Buenos. Sólo faltó ganar un partido... el que dejó escapar Marcelo Ríos, el viernes; o el que perdió dramáticamente Gabriel Silbertein (el domingo)".

Silberstein partió dando la sorpresa al derrotar al número 1 argentino Franco Davín 6-2 6-2 7-5. Luego Marcelo Ríos perdería ante Javier Frana 6-3 2-6 2-6 6-4 5-7.

Frana celebrando la obtención del quinto punto y 3-2 final
favorable a Argentina (Foto: El Gráfico) 
En el dobles, Silberstein junto a Marcelo Rebolledo perdieron ante Frana/Lobo 4-6 4-6 2-6, en una presentación que según Triunfo "fue lo más bajo que exhibió Chile en esta Copa Davis. Su desempeño dejó mucho que desear".

Ríos dio esperanzas derrotando a Davín 7-5 6-3 6-2. Según Triunfo, "lo único claro es que el primer set fue el decisivo. Peleado hasta el final, discutiendo cada pelota y mezclando errores con genialidades, el nacional se quedó con el punto de forma espectacular. Fue una hora y 24 segundos de ardua lucha entre ambos jugadores, y que en los últimos instantes adquirió rasgos de verdadero dramatismo".

Agrega la nota que "desde ese momento el resultado ya pareció definido, porque Ríos se soltó y comenzó a mostrar todas sus virtudes, las que destacaron más aún frente al errático accionar del número uno de Argentina. El segundo set no revistió mayor complicación para el chileno, que en sólo 32 minutos obtuvo la ventaja necesaria para quedarse con otro punto. La situación volvió a repetirse en el último juego, cuando Ríos llegó a ponerse 5-0 arriba, dejando muy claro que en la cancha sólo había un jugador con opción al triunfo. Un leve relajo permitió una fugaz arremetida de trasandino (parecida al último suspiro), pero todo ya estaba definido, y en sólo 35 minutos la victoria fue para Chile y para Marcelo Ríos, quien en esta ocasión supo conjugar en forma perfecta la mezcla del tenis bien jugado con la sangre y el coraje, requisitos indispensables para poder triunfar".

El doble integrado por Marcelo Rebolledo y Silberstein fue el
punto más bajo de la serie para Chile (Foto: Revista Triunfo) 
La serie aún estaba abierta, pero en el match de la definición Silberstein cayó ante Frana 7-5 6-3 4-6 2-6 4-6 en tres horas y 20 minutos de juego.

Según la crónica de Triunfo, "los jugadores brindaron un espectáculo de gran calibre, con emoción, suspenso y muy buen tenis. Es por esto que, a pesar de la derrota, queda una sensación de tranquilidad con respecto a lo realizado por Silberstein, más aún por su desempeño en los dos primeros sets y en la parte final del quinto".

Agrega Triunfo: "Al comienzo del partido el nacional estuvo fuera de serie. Hizo recordar las memorables jornadas de Gildemeister, cuando volteaba partidos increíbles. Perdía 3-0 y recuperó a un 3-4, y luego cuando iban 5-5 fue capaz de sacarse ocho set point para luego quedarse con el primer punto (...) La racha prosiguió en el segundo set, pero más contundamente aún. Atacando en forma constante el revés de Frana, el chileno cosechó valiosos puntos que le permitieron quedar 2-0 arriba, lo que abrió paso a las esperanzas de obtener un triunfo que ni el más entusiasta se imaginaba antes del certamen".

Concluye la nota que "en los sets restantes todo cambió. Frana se superó de una forma imposible, mientras que Silberstein no atinaba a responder al alza de su rival. Fue en estos juegos donde apareció la experiencia de un jugador que llegó a estar entre los 15 mejores del mundo, y también marcó la aparición de la hinchada local, que presionó y molestó por el resto del partido al tenista chileno (...) A estas alturas ya no se veía por donde podía ganar Silberstein, sin embargo, nuevamente el jugador nacional sacó a relucir su inmenso temperamento, y ya sin fuerzas, movido sólo por el impulso de su sangre, disputó sus últimas posibilidades... y estuvo a punto. Se sacó algunos puntos de partido, pero cayó, con el honor de no haberse entregado nunca. Faltó quizás ese pequeño resto de suerte para que alguna pelota cayera un par de centímetros más adentro, pero eso ya es historia".

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