Entre el 18 y el 20 de septiembre de 2009 Chile fue por primera vez local ante Austria por el repechaje del Grupo Mundial de Copa Davis en la Medialuna de Rancagua. El triunfo fue para los nacionales por 3-2.
En el debut Nicolás Massú derrotó a Jurgen Melzer 4-6 6-4 6-4 6-3. Según la crónica de Cooperativa , "en 47 minutos, el austríaco se llevó el primer capítulo, con un Massú minimizado por la variedad de recursos que exhibía su oponente, que golpeaba duro, se iba bien a la red y cada vez que podía lo mantenía a raya con una 'cortita' (...) ¿Qué pasó después? Que el chileno se dio cuenta que pese a todo, Melzer no era invencible, afirmó la mano, creyó en sus medios y si bien falló bastante también, el europeo comenzó a hacerlo más, a flaquear en momentos decisivos. Así se llevó el nacional la segunda manga, pero la prueba más fehaciente estuvo en el tercer parcial, donde el visitante cometió dos doble faltas consecutivas en el sexto juego para perder su servicio y en el décimo propició otro quiebre dejando una volea en la red que sentenció el set".
Agrega la nota que "Massú pudo encaminar antes el triunfo en el cuarto episodio, pero se enredó un tanto en esa tarea. Sin embargo, Melzer ya estaba demasiado vulnerable y en el octavo game entregó la victoria al nacional, que sólo tuvo que servir y celebrar, con total merecimiento".
Chile cerró el primer día con un 2-0, gracias al triunfo de Paul Capdeville a¿sobre Stefan Koubek 6-4 6-4 3-6 1-6 6-4.
Cooperativa destacó que "el tenista nacional mostró sus mejores golpes, sobre todo su revés a dos manos cruzado, provocando daño en el juego de Koubek, un veterano de mil batallas y dispuesto a bregar por cada pelota. Fue así como el chileno tomó ventaja rápida. Un doble 6-4 en los dos primeros sets pavimentaba lo que parecía una jornada sencilla para Capdeville, pero Koubek no estaba dispuesto a vender tan barata su derrota".
No obstante, "el centroeuropeo comenzó a batallar cada punto y aprovechando los errores que el chileno comenzó a cometer, sobre todo tras fallar un smash al lado de la red. El partido se equilibró y Koubek dejó atrás sus yerros para tomar control de los puntos importantes, y se adjudicó el tercero por 6-3. El bajón anímico de Capdeville pareció ser definitivo en el cuarto, donde el austriaco sacó a relucir toda su experiencia para vulnerar el tenis del chileno. El 6-1 final lo dice todo".
Pero vino la reacción de Paul. "El quinto parcial fue de infarto. Capdeville quebró de entrada y nuevamente pareció encaminar la victoria con un 2-0 parcial, pero Koubek reaccionó y se puso 4-2 en la pizarra. Era el fin. El chileno estaba acalambrado, casi perdido en la arcilla de la Medialuna de Rancagua, no obstante, sacó fuerzas de flaqueza y terminó ganando cuatro juegos seguidos para quedarse con el partido".
Los austriacos repuntan
En el dobles del sábado, la dupla Massú/Capdeville fue superada en tres sets por Julian Knowle y Melzer por 2-6 4-6 3-6, entregando el primer punto de la serie a Austria.
La crónica de La Nación consignó que "en el primer parcial Massú comenzó con mucha solidez, pero la regularidad del eximio Knowle y las subidas a la red de Melzer le permitieron romper en una ocasión a cada nacional, amén de tres dobles faltas cometidas, para llevarse tranquilamente el set por 6-2 en 35' (...) En la segunda manga la dupla local afinó su juego desde el fondo de cancha y complicó a sus experimentados rivales, quienes sin embargo rompieron el servicio de Capdeville -el más bajo de los cuatro- en el séptimo game. Además, los europeos tuvieron el oficio de levantar un 15-40 para adjudicarse finalmente el set por 6-4 en 48' (...) En el tercer set Chile rompió por primera vez el saque de Austria gracias a Massú y le dio esperanza al equipo de Hans Gildemeister, aunque fue la única oportunidad de ocho que aprovechó el local. Los europeos no sólo lograron levantar un 0-40 en el sexto game sino que en el séptimo y noveno juego rompieron el saque de los nacionales para ratificar el favoritismo por 6-3 en 51 minutos".
Los austriacos lograron empatar la cuenta global con la caída en domingo de Capdeville 6-7(2) 6-4 2-6 7-5 4-6, en tres horas y 56 minutos.
Según Cooperativa, "el inicio fue alentador, con un quiebre para Capdeville. Sin embargo, al juego siguiente Melzer "devolvió la gentileza", en la premonición de lo que iba a ocurrir a lo largo de este tercer individual: 11 rompimientos para el austríaco y 10 para el chileno (...) El problema para el de Vitacura es que no pudo aprovechar sus oportunidades, especialmente en el primer set. Sirvió para ganar la manga por 6-4, pero falló y debió ir a un tie break donde fue barrido por su rival".
Agrega la crónica que Capdeville "lo había dicho el viernes, que por momentos le faltó jerarquía ante Stefan Koubek. Ahora se repetía eso, aunque más parece ser la falta de rodaje en duelos coperos, que no han sido muchos. Pero así y todo, en un partido que a esa altura era sólo de errores, Melzer tampoco era totalmente sólido y Capdeville lo aprovechó para igualar la cuenta ganando el segundo capítulo, pese a que estuvo a punto de dejarla escapar nuevamente".
Luego, "el primer singlista nacional no pudo mantener el ritmo en la tercera manga y fue sobrepasado por el europeo, mientras la gente en la Medialuna de Rancagua lo ayudaba poco con pésimas actitudes que incluso beneficiaron al visitante, como cuando se le borró un mal primer servicio y terminó cerrando un juego por la intervención del público (...) En el cuarto parcial apareció el mejor Capdeville, a pesar de abrir con un nuevo quiebre en contra. Y algo clave en eso fue que cuando perdía 1-2 pidió atención, pues ya empezaba a sentir contracturas (...) Los masajes rindieron efecto y el chileno regresó virado, con fuerza y precisión, ejecutando por fin tiros ganadores que desarmaron a Melzer. La cuarta maga fue para el local y la esperanza revivió".
"Claro que -consigna Cooperativa- la irregularidad de Capdeville se hizo presente otra vez. Una laguna lo dejó 0-3 con dos breaks abajo. Era todo para él, pero su orgullo lo hizo seguir peleando, descontó y hasta el final mantuvo el suspenso (...) Hasta que el austríaco pudo cerrar el compromiso y dejar para el quinto partido la resolución, con Massú y Koubek como protagonistas, mientras Capdeville se retiraba con la frente en alto, como un guerrero que cayó peleando".
"Nada es imposible..."
Todo se definió en un largo y electrizante partido (5 horas 15 minutos), en que Nico Massú ganó por 6-4 4-6 6-4 7-6(6) a Koubek e inclinó la serie en favor de Chile, manteniendo así el invicto ante los austriacos por la ensaladera de plata.
"El cotejo desde un principio fue cerrado y cada game fue jugado con gran intensidad, donde los errores comenzaron a desnivelar el marcador a favor de Massú. Un quiebre en el tercer juego le bastó al viñamarino para adjudicarse la manga por 6-4" señaló Cooperativa.
Agrega que "el segundo parcial comenzó favorable para el chileno, pues quebró de entrada. Sin embargo, Koubek no se dio por vencido y recuperó el break, y cuando Massú servia para mantener el set, el austriaco le quebró el servicio y se quedó con el parcial por 6-4 (...) Con un set por lado, las tensiones fueron mayores para ambos jugadores y el cuerpo técnico de ambos elencos puesto que cada punto se jugó con intensidad".
"Massú quería ser el héroe nacional y lo cumplió, pues ganó el tercer set por 6-4 y las esperanzas de mantenerse en el Grupo Mundial crecieron (...) El cuarto episodio fue épico, pues el campeón olímpico tenía una cómoda ventaja, pero en el octavo game, se dobló el empeine con el fleje de la cancha y disminuyó su potencia física (...) Sin embargo, el viñamarino estaba para hacer historia y convertirse en el héroe del equipo, no sin antes, desaprovechar tres puntos de partido en el tie break, y en el cuarto gracias a una pelota que dejó en la red Koubek, desató la algarabía en la Medialuna de Rancagua y de todos los hinchas que vibraron por más de cinco horas con una nueva épica victoria de Massú".
Durante la celebración el triunfo, en una entrevista televisiva, Nico dejó registrada una de sus frases más famosas: "Sin el apoyo de ustedes no hubiera ganado, porque estaba raja... nosotros con Paul y con el equipo no nos tenían mucha fe, que era muy difícil que ganáramos. Yo creo que en la vida nada es imposible hueón, ni una hueá. Nada…"
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