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Tras el doble, Chile aseguró la victoria en la serie ante Ecuador
(Foto; Revista Estadio) |
Un año después del primer enfrentamiento en Copa Davis ante Ecuador, Chile tuvo la oportunidad de revancha en el Stade Francais de Santiago entre el 16 y el 18 de mayo de 1969.
La serie comenzó con el triunfo de Patricio Cornejo sobre Pancho Guzmán 6-3 1-6 8-6 6-4. Revista Estadio consignó en su crónica que
"frente a Guzmán, Cornejo estuvo brillante, implacable en su ataque y superó bien las dificultades que le puso el jugador ecuatoriano con sus pelotas con efecto, los piques de pronunciado top spin y el derecho de tremenda potencia. Se acomodó Patricio al juego de Guzmán, les buscó el ajuste a las devoluciones 'con veneno' y fue estructurando un triunfo que en ningún momento estuvo en peligro".
En el segundo sencillo, Jaime Fillol derrotó a Miguel Olvera 7-5 6-0 0-6 6-2.
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El capitán Pabst celebra el triunfo de Patricio Cornejo sobre
Pancho Guzmán (Foto: Revista Estadio) |
La serie se aseguró en el dobles del sábado con la victoria de Pinto-Cornejo sobre Guzmán-Olvera 10-8 6-1 6-4. Estadio comentó que
"Jaime Pinto, el tercer hombre de Chile, tuvo su oportunidad y la aprovechó. Conformó con Patricio Cornejo un binomio bien sincronizado en el que ambos jugadores se complementaron. Sutil y sagaz en sus colocaciones, Pinto, potente y muy firme, Patricio. El contraste fue grande con la pareja ecuatoriana. Ahí sí que había desequilibrio. Guzmán no encontró en su compañero un colaborador de su clase. El juego de devoluciones de Olvera, que es su especialidad, no fue suficiente. Al frente había dos hombres que llenaban la plaza. Contra ellos no servían el juego blando y la ubicación cuidadosa, ni los lobs que ambos jugadores ecuatorianos ejecutan tan bien".
En el último día, Fillol cayó ante Guzmán 6-3 0-6 6-4 3-6 4-6, y Cornejo dejó la cuenta 4-1 con su triunfo 6-3 6-3 6-3 sobre Olvera.
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Olvera, Guzmán, Cornejo y Pinto. Los 4
doblistas del duelo Chile-Ecuador
(Foto: Revista Estadio) |
Respecto al papel de Fillol en el tercer sencillo, la crónica señala que
"en el primer set de su match con Guzmán dictó cátedra de buen tenis, de tenis moderno, no aquel de raquetazo incontrolado, sino que un tenis de gran velocidad , pero consistente, afinado en sus menores detalles, inspirado en sus colocaciones y la ejecución de todos los golpes. Pero sucede que esta exigencia de hacerlo todo de acuerdo a como él concibe el tenis le juega malas pasadas. Las pelotas se pierden en la huincha, se van un centímetro más largas o más anchas en las líneas y se acumula la cuenta adversa para él. Fillol en estos períodos no cambia. Continúa golpeando igual, sigue buscando el tanto con sus métodos, el ajuste, el afinamiento de acuerdo al concepto del juego que él tiene metido en el alma".
Al cierre, el balance de Revista Estadio es el de un plantel chileno que
"presentó un equipo parejo, con jugadores de parecidas características y de muy alto nivel técnico".
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