domingo, 23 de agosto de 2015

Copa Davis 1999, Zimbabwe-Chile: RÍOS DE DECEPCIÓN Y ESPERANZA POR PARTIDA DOBLE EN HARARE

Byron Black celebra con su gente el triunfo sobre
Marcelo Ríos en el cuarto y decisivo punto de la serie
Zimbabwe-Chile (Foto: Chron' Open

Las series para subir al grupo mundial de Copa Davis a fines de los noventa fueron del todo exuberantes; en 1998 el equipo viajó a la India, el año siguiente a Zimbabwe.

En ambas ocasiones había opciones de ganar y volver tras muchos años a la elite tenística, pero las dos tuvieron resultados inesperados.

La experiencia en África, con un equipo capitaneado por Patricio Cornejo e integrado por Marcelo Ríos, Nicolás Massú, Fernando González y Hermes Gamonal, principalmente fue decepcionante por el incomprensible rendimiento del Chino, que no pudo sacar adelante ninguno de sus sencillos.

Balde de agua fría


La primera jornada (24 de septiembre de 1999) abrió la serie Nicolás Massú ante el número 1 de Zimbabwe y 79° ATP en ese entonces Byron Black. La crónica de Juan Pablo Salas (enviado especial de El Mercurio) cuenta: "sucedía que Massú no tenía tan amarrado el partido como parecía y terminó perdiendo por 4-6, 5-7, 6-4, 6-2 y 6-3 ante Byron, tras tres horas y 44 minutos de lucha".

No obstante, el mayor balde de agua fría vendría en el segundo punto, en que el Chino (8° ATP en ese momento) cedió el match a Wayne Black (121° ATP). Respecto a ese match Juan P. Salas comenta: "Wayne había demostrado que Ríos no era invencible en la Copa Davis (llevaba 19 partidos ganados consecutivamente y cuatro años y medio sin perder en esta competencia) al vencerlo por 7-5, 5-7, 7-6 (7-3) y 7-6 (7-4) luego de 3 horas y 8 minutos de batalla (más 69 minutos de detención por un corte de luz)".

Y agrega la crónica que "se había despertado de la manera más brutal. Como quien recibe un llamado de madrugada para ser comunicado de una desgracia. El equipo chileno había sido notificado de que sus posibilidades de entrar al nuevo milenio como parte de la élite mundial eran casi inexistentes ya (...) Casi inexistentes, porque tras lo visto ayer es difícil imaginar cómo podría Chile dar vuelta esta serie. Por el contrario, el desafío inmediato, el dobles que se disputará hoy desde las 8 horas de Chile, aparecía como la ocasión perfecta para que Zimbabwe alcanzara un irremontable 3-0, asegurando su permanencia en el Grupo Mundial".

La sorpresa del dobles


Todo Chile estaba resignado a observar por televisión el 3-0 para Zimbabwe en la jornada de sábado 25 de septiembre. Pero Fernando González y Nicolás Massú nos tenían preparada una de esas patriadas históricas en dobles.

Los hermanos Black (con un importante palmares en dobles) y todos los asistentes al Municipal Centre de Harare no podían creer el resultado final: 3-6 6-2 4-6 6-2 6-4 a favor de los chilenos.

Massú y González en la hazaña de derrotar a los hermanos Black
en el dobles
Juan Pablo Salas relata en El Mercurio que "la piedra angular del triunfo fue lo equilibrado del rendimiento de los dos miembros del binomio. Porque a diferencia de lo que pasó en la dupla anfitriona, ninguno de los dos nacionales debió gastar su tiempo en levantar a su "partner". Massú y González jugaron en un mismo nivel durante todo el partido. Por el contrario, en la pareja de Zimbabwe Byron Black era el único que sostenía en los tres primeros sets, mientras que Wayne se vio obligado a mejorar cuando su hermano se cansó y perdió precisión. Muy pocas veces ambos sintonizaron y por eso perdieron".

Salas agrega que "el otro elemento decisivo fue que los chilenos fueron capaces de sortear con una madurez impropia de su edad el momento maldito del pleito, cuando en unos pocos minutos vieron cómo se les robaba con descaro varias pelotas claves. Perdieron el tercer set, pero lograron salvar la ventaja conseguida en el comienzo del cuarto y eso les otorgó la solidez mental necesaria para superar otros dos trances difíciles: el quiebre de entrada que sufrieron en el quinto parcial y la ruptura cuando Massú sacó por el partido".

En un vibrante relato para Radio Cooperativa desde Harare, Rodrigo Hernández comentaba mientras saboreaba el triunfo, cómo los nacionales tras abrazarse y con el capitan Patricio Cornejo tirándose sobre ellos, se desahogaron con la tribuna a punta de chilenismos.

Había que gritar con fuerza que Chile seguía vivo.

Ríos vuelve a decepcionar


Y cuando parecía que el repunte era posible, Marcelo Ríos volvió a fallar, cayendo en el cuarto punto ante Byron Black 6-7(3) 6-3 2-6 6-7(6). Así Zimbabwe aseguró la serie el 26 de septiembre.

El Mercurio publicó sobre Ríos en la crónica de J.P. Salas que "como insinuó el capitán Patricio Cornejo, el sábado, el triunfo de sus jóvenes compañeros en el dobles debería haber envalentonado a Ríos, haberle espantado sus temores y permitirle entrar a la cancha con otra disposición. Pero Ríos jugó peor que el viernes (cuando perdió con Wayne Black) y selló la suerte de Chile ".

Agrega la crónica que "nadie podrá decir que Ríos no luchó, porque si le hubiera dado lo mismo habría perdido mucho más fácilmente. Pero no se está hablando de un jugador del montón, sino que de un "top ten", de un ex número uno del mundo y uno de los tenistas más talentosos de todos los tiempos, que saca argumentos de cualquier parte para ganar a un rival inferior, cansado, lejos de su mejor nivel y claramente asustado".

Para la estadística, Nicolás Massú perdió también en el quinto punto 6-7(5) 6-7(4) ante el local Kevin Ullyett.

Chile volvería a perder la opción de subir al Grupo Mundial en dos ocasiones más: en 2000 fue sorteada la serie ante Marruecos, pero el equipo nacional fue castigado por los sillazos en el Parque O´Higgins y no la pudo jugar. En 2001 Eslovaquia dejaría a los chilenos nuevamente con las ganas de ascender. Habría que esperar hasta 2004 para una nueva oportunidad, ante Japón, instancia en que si se logró avanzar al grupo más selecto de Copa Davis.

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