El canadiense Chris Pridham ganó sus dos singles en la serie ante Chile de 1988 disputada en Vancouver (Foto: Reports University of British Columbia) |
"Chile a la tercera división del tenis" titulaba Las Últimas Noticias, con más dureza Deporte Total señalaba "Chile 'a los potreros' del tenis".
La reacción de los medios deportivos tras las derrota ante Canadá en la serie de 1988, donde se jugaban la permanencia en la Zona I Americana, demuestra la desazón que generó la caída.
Entre el 8 y el 10 de abril, en el War Memorial de la University of British Columbia, el equipo nacional bajó por primera vez a la Zona II tras caer ante los locales por 1-4 en el global.
Nota de Sergio Ried para Deporte Total |
Una opción que se tornó en imposible de remontar tras la derrota de la dupla de Acuña con Cristian Araya ante el binomio canadiense de Grant Connell y Glenn Michibata por 3-6 3-6 6-8.
Las Últimas Noticias en la crónica del partido señalaba que "el triunfo de los canadienses es inobjetable tanto en singles como en dobles. Ayer el binomio Michibata-Connell, fue superior durante todo el match. Los chilenos, Acuña-Araya, pese a su buena disposición, sólo en algunos momentos se constituyeron en rivales de cuidado. Los chilenos, en el primer set quedaron rápidamente en desventaja de 1/5, reaccionaron para quedar 3/5 y perder el set. El segundo set de parecidas características del primero. En el tercer y definitivo set, la pareja nacional quedó 2/5, remontó el marcador para igualar a cinco puntos y logró prolongarlo a catorce juegos, perdiendo 6/8, y con ello el tercer punto y el match".
Con el descenso firmado, Acuña venció a Sznajder 7-5 6-1, y Queirolo perdió ante Pridham 1-6 6-8.
En su nota en Deporte Total, Sergio Ried expuso que "Chile, al faltar Hans Gildemeister (32 años cumplidos el 6 de febrero) quedó huérfano de su mejor exponente y prácticamente hubo de ceder el importante punto de dobles. Ricardo Acuña, con 30 años cumplidos el 13 de enero, fue el pilar en el cual descansó toda la esperanza del equipo, y Juan Pablo Queirolo, quien a los 22 años sigue demostrando que no tiene juego para estar en un plano destacado, fue el segundo depositario de esa fe casi supersticiosa de que pudiera rasguñar algún puntito en singles. De Cristián Araya todavía no podemos emitir una opinión definitiva, porque solo actuó en dobles y es todavía muy joven como para condenarlo en un momento de dolor. En todo caso es el único juvenil chileno con proyección internacional. Esto, incluyendo a todos nuestros menores hasta los 16 años".
Tras esta derrota, Chile jugó en la Zona II en 1989 y ascendió de inmediato, con un rápido regreso en 1990.
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